El caso Quinn

La cirugía láser corrige la visión de una persona substrayendo pequeñísimas cantidades de la córnea

La cirugía láser correctiva de la visión

Silvia Quinn ingresó a la sala de espera pensando en todo lo que podía pasarle a su visión si ella autorizaba la operación. Llegó a pensar por un momento que habiendo fracasado con los lentes de contacto, el uso de gafas después de todo era solo un aspecto estético.

En los últimos años la corrección ocular por cirugía láser se ha convertido en un procedimiento muy popular alrededor del mundo. La cirugía láser corrige la visión de una persona substrayendo pequeñísimas cantidades del tejido de la córnea, mejorando de esta manera su curvatura.

Quinn tenía dudas de su decisión. Por eso antes de seguir esperando en el consultorio de un oftalmólogo desconocido para ella, se levantó canceló el turno y durante 2 semanas se dedicó a informarse sobre el tema. Lo primero que hizo fue asegurarse que ella era una buena candidata para la operación. 

Leyó que la persona debe ser mayor de edad para asegurar que su visión ya se ha estabilizado: Ella tenía 36 años y su miopía había sido detectada a los 11 años. 

La persona no debe poseer ninguna cicatriz en la córnea, ni ninguna enfermedad del sistema auto-inmune: Ninguna de estas causas parecían afectarla.

Las embarazadas o aquellas mujeres que estén dando pecho deberán posponer la cirugía hasta que su estado hormonal se haya estabilizado: Sus hijos habían crecido y no esperaba otro por el momento.

Las persona con ciertas enfermedades de la córnea también deben ser excluidos: La última consulta con el oftalmólogo había confirmado que su córnea estaba indemne.

S. Quinn volvió para realizarse una evaluación completa con un optometrista especialmente entrenado, y consultó esta vez con un cirujano láser independiente para determinar si era candidata para la operación. Le dieron instrucciones para la siguiente consulta.

Antes de ir debería colocarse en períodos definidos unas gotas oculares para dilatar la pupila.  El día del examen le pidió a su esposo que la acompañe, ella no podía ver claramente. La luz le molestaba en exceso, y asistió al consultorio con gafas de sol. Estuvo dos horas mientras le realizaron un examen completo con la pupila dilatada: de refracción y un examen topográfico de la córnea.

La cirugía láser trata la córnea, la superficie transparente y exterior del ojo. Le habían aconsejado que un cirujano láser deber ser también un especialista en córnea, un experto que habitualmente trate pacientes con abrasiones e infecciones de córnea, realice investigación en este campo, realice transplantes de córnea y esté acostumbrado a tratar casos complejos.

Es importante que el especialista de córnea considere la cirugía láser como uno de tantos métodos para mejorar la visión de su paciente. Al entender las condiciones más sutiles de la córnea y cómo la córnea envejece, el especialista realizará estas operaciones teniendo en cuenta la visión y la salud ocular del paciente a largo plazo.

Silvia Quinn esperaba que su cirujano vigile el progreso y los resultados de la operación. Por eso autorizó el procedimiento y el día señalado asistió puntualmente.

Primero fue tratado el ojo izquierdo. Le colocaron unas gotas anestésicas. Cuando se acostó y miró el punto rojo luminoso que le indicaron empezó a escuchar un golpeteo imperceptible. Le habían recomendado que por nada del mundo ella mueva la vista. Así que ignoró todo y siguió mirando hacia arriba. Por un instante no vio nada, y a los pocos minutos recuperó la visión, a un nivel que antes no había imaginado. La cirugía no duró más de 5 minutos y a los 7 día regresó para operarse el otro ojo. 

Ha pasado casi un año y ella goza plenamente de su actual estado: sin anteojos y sin depender de lentes de contacto. Silvia no se arrepiente de su decisión; pero, afirma que el hecho de haberse informado antes y haber confiado sus ojos al especialista indicado ha sido un factor invalorable de su éxito.

Acerca del Instituto Ocular Wilmer

El Centro de Visión Láser en Wilmer es parte del Instituto Ocular Wilmer en Johns Hopkins. Establecido en el Hospital Johns Hopkins en 1925, el Instituto ha sido nombrado repetidamente como el #1 de Estados Unidos según la encuesta de US News & World Report. El Instituto Wilmer ha recibido este galardón de la revista Ophthalmology Times.