NORTHTOWN, 28 Oct [MedEx]- El centro cerebral del olfato intercambia información que permite que los olores ingresados por una nariz sean reconocidos por la otra.

Los investigadores estadounidenses midieron la capacidad de los participantes para detectar el olor de la androstenona. El 29% de ellos no fue capaz de detectar el olor, como se esperaba. Estos sujetos que no la detectaban fueron expuestos a androstenona por 10 minutos diarios durante 21 días. Durante el experimento una fosa nasal de cada participante fue bloqueada con un globo inflado. Al empezar los sujetos mostraron una precisión del 25% en identificar el olor, lo cuál no es mejor que lo esperado por el azar. Los resultados después de los 21 días revelaron que la capacidad para detectar el olor se duplicó (de 25% a 55%) en la fosa nasal expuesta y de 25% a 49% en la fosa nasal no expuesta. Los autores interpretan que la capacidad de detección se originó en componentes centrales del sistema olfatorio. Hasta ahora no se tenía claro si la plasticidad del sistema nervioso ocurría en la porción periférica del sistema olfatorio o en algún componente de la corteza olfatoria central. El estudio es valioso por que refuerza la idea que el cerebro lejos de ser una estructura estática es muy maleable y puede responder a medidas terapéuticas dinámicas cuando está lesionado, por ejemplo forzando a los pacientes con apoplejía a utilizar los miembros activados por el hemisferio dañado.

[Fuente]- Edición del 24 de Octubre de 2002: Nature

[Tipo de Estudio]- Observacional.

[Asignación]- Se estudiaron 42 individuos

[Autor]- Dr. Noam Sobel y colegas.

[Centro]- the University of California, Berkeley, EE.UU.

[Cita]- Nature [ta] 2002 [dp] 419 [vi] 802 [pg]

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